V0064 - Software que nos saca de quicio ...

Quienes prueban software frecuentemente habrán observado que los programadores tienen algunos vicios que sacan de sus casillas a cualquier usuario.
Se trata de prácticas como hacer cambios sin que el usuario se entere, obligarle a hacer lo que él no quiere o persuadirle para hacer o dejar de hacer. En definitiva, quitar el poder de elección al usuario sobre su propio ordenador. Vamos a ver los diez más comunes.

Ejecutarse automáticamente cada vez que Windows se inicia

Si todos los programas lo hicieran, el ordenador tardaría horas en arrancar.

Añadir accesos directos sin avisar

Acaban emborronando el Escritorio, el menú de inicio rápido y la bandeja de sistema con iconos de programas que no nos interesan. Ralentizan la carga de Windows y nos desordenan el Escritorio.

Los mensajes de error en la bandeja de sistema

Son los típicos bocadillos amarillos que aparecen encima de la bandeja de sistema alertando al usuario de supuestos problemas. Los más irritantes son los de las actualizaciones de Windows y Java y los mensajes de los antivirus

Carecer de desinstalador

La consecuencia es que cuando queramos borrar el programa tendremos que hacerlo manualmente y quedarán restos en las carpetas de Windows y en las entradas del Registro.

Preguntarme por qué quiero desinstalar el programa

Esto resulta especialmente desagradable. Pero este caso es el colmo cuando hay que rellenar un cuestionario para poder desinstalar el programa.

Abrir la página web del autor del programa

Ocurre muchas veces que tras instalar un programa se abre la página del autor en el navegador.

Alterar la configuración del navegador

Algunos programas modifican la página de inicio del navegador durante el proceso de instalación o añaden enlaces en la lista de favoritos. Mucho más molesto que esto es encontrarse con una absurda barra de herramientas en el navegador después de haber instalado una aplicación.

Pedir al usuario que instale otros programas

Hay muchos programas que para que funcionen necesitan que otros estén instalados. Si se trata de librerías conocidas como Net framework, parece razonable. Pero no lo es tanto cuando piden que instalemos otro programa del autor que nada tiene que ver.

Exigir registrarse para usar un programa

Cuando el registro es requisito de descarga podemos descartar la idea de instalar el programa por el simple motivo de que no nos apetece rellenar formularios o dar nuestros datos. Pero hay otros casos en los que este requisito sólo se desvela cuando ya hemos instalado el programa.

Pedir confirmación para todo

Es una constante en Windows; desconfían del usuario y le piden que confirme por duplicado cualquier acción. Un ejemplo típico es el de ejecutar archivos descargados por Internet.

Tomado de Softonic - OnSoftware - Luis Ponce de Leon